Aldebaran de Marc-Antoine Barrois es una constelación olfativa que ilumina la piel con su brillo ambarino y especiado. Esta creación audaz teje una narrativa cósmica donde la calidez del ámbar se encuentra con la frescura metálica de notas minerales, creando un contraste tan intrigante como la estrella que le da nombre. Perfecta para alquimistas modernos, su composición evoluciona desde destellos de pimienta rosa hasta una profundidad de cuero y vainilla, dejando un rastro tan luminoso como persistente.
Ganymede es el gemelo seductor de la fragancia clásica. En un mundo aromático cargado de mandarina agridulce y humo sagrado de incienso y mirra, surge una flor inmortal especiada con matices de tabaco. Su corazón ardiente revela una seducción carnal y eterna, desplegando una estela de siempreviva, incienso, mirra, safralina y madera de akigala.
Ganymede revolucionó la perfumería con su extraordinaria composición, ganando el premio "Extraordinary Perfume Prize" en 2020. Inspirado en el satélite de Júpiter, este perfume redefine el cuero y la gamuza con una elegancia luminosa. Abre con mandarina italiana y azafrán, evoluciona con gamuza, violeta y osmanthus, y finaliza con AkigalaWood y flor inmortal, creando un diálogo olfativo de contrastes.
Tilia es una fragancia que encapsula la eternidad de un verano perfecto. Creada por Marc-Antoine Barrois y Quentin Bisch, esta oda a la simplicidad y al optimismo presenta un aroma floral y meloso. Con notas de tilo, retama, jazmín sambac y heliotropo, se adentra en un bouquet enriquecido por vetiver y acordes amaderados. Es un homenaje a las tardes soleadas y la dulzura eterna.