Una interpretación ambarina y amaderada del tabaco mezcla la intensidad del tabaco con la dulzura dorada de la miel. El tabaco se revela en su faceta más lujosa, fusionado con vainilla, haba tonka y sésamo. El clavo y el anís añaden complejidad, mientras que el sándalo y la madera de oud refuerzan su estela con un toque amaderado y seductor.