Cuando eramos niños, pasábamos el verano con nuestro abuelo en el campo, y junto con nuestro padre, solíamos salir a navegar por la noche en su velero, Una ligera brisa nos traía el olor de tierra adentro. Nuestro padre navegaba confiado, orientándose por las estrellas y mi abuelo señalaba Orión y su mágico cinturón.
Pink Boa despliega una sinfonía jugosa donde la grosella negra, el bergamota y el romero dan paso a un corazón vibrante de frambuesa, vodka y albahaca. Su fondo combina almizcle suave, durazno, incienso y pachulí con toques cremosos y seductores. Quienes lo han probado lo conectan con sensaciones juguetonas, frutales y chispeantes
Sundowner está inspirada en momentos maravillosos en los que el sol llega al horizonte. Imagínese sentado en la terraza de la isla Elefantina, en medio del río Nilo, cerca de Asuán.
En esta evocación de contrastes e intriga, los ingredientes nobles crudos se mantienen fieles: una franja chispeante de cítricos y especias se transporta instantáneamente a través de notas altas de mandarina, cilantro y comino.
Sticky Fingers es una fragancia envolvente centrada en el patchouli y el cuero, con un toque salvaje pero juguetón. Evoca tentaciones irresistibles, como el chocolate pegado en los dedos. Inspirada en el álbum de los 70, captura la esencia del rock y la seducción.
The Code of Emotion de Francesca Bianchi es una obra maestra olfativa que descifra el lenguaje universal de los sentimientos a través de notas intensas y contrastantes. Esta fragancia unisex teje una narrativa profunda donde la suavidad del iris se encuentra con la aspereza del cuero, creando un diálogo entre vulnerabilidad y fuerza. Ideal para almas introspectivas, su composición artesanal revela capas de complejidad emocional, dejando un rastro tan intrigante como los códigos no escritos del corazón humano.
