
Una creación que rinde homenaje a los placeres gourmand más indulgentes, donde la dulzura se encuentra con la sofisticación. Quienes lo han probado destacan cómo evoluciona en la piel, revelando matices especiados que sorprenden gratamente. Algunos clientes mencionan que se ha convertido en su elección predilecta para tardes invernales, creando una aura de confort a su alrededor. La fusión entre el caramelo dorado y la vainilla bourbon resulta especialmente armoniosa, según comentarios recurrentes. Su presentación en frasco ámbar con aplicaciones metálicas añade un toque de lujo discreto al ritual diario de perfumarse.