
Un viaje sensorial a través de los bazares orientales, donde el azafrán y las especias se mezclan con el humo del incienso. Varios clientes han compartido que se ha convertido en su firma nocturna, destacando su capacidad para dejar un rastro memorable. Quienes lo han probado mencionan la magistral combinación entre lo picante y lo dulce, creando un equilibrio fascinante. La presentación en frasco dorado con motivos geométricos evoca el lujo de las antiguas rutas comerciales. Ideal para quienes desean una fragancia con historia y personalidad propia.