
Una versión luminosa del icónico Narciso, donde el almizcle se vuelve transparente bañado por la luz solar. Quienes lo han probado destacan su frescura inusual en una fragancia oriental, ideal para días cálidos pero con personalidad. Algunas clientas mencionan que la peonía añade un matiz floral inesperado que equilibra perfectamente la composición. Su presentación en frasco blanco opalino refleja la pureza de esta reinterpretación. Duración media de 6-8 horas, perfecta para llevar del día a la noche. Notas clave: bulbo de narciso, peonía y almizcle blanco.