
Una fragancia que evoca la serenidad de los jardines mediterráneos al atardecer, donde la brisa marina se mezcla con el aroma de cítricos maduros. Quienes lo han probado destacan su capacidad para transportarlos a paisajes luminosos y abiertos. Algunos clientes mencionan que su frescura vibrante lo convierte en su elección predilecta para mañanas primaverales. La combinación de notas acuáticas con un toque amaderado ha sido especialmente elogiada por su originalidad. Su presentación en el icónico frasco de Creed añade un toque de lujo discreto a cualquier tocador.